Siempre había querido hacer una de esas mesas dulces tan bonitas que veo en fotografías por internet y que ahora se empiezan a ver en comuniones, bodas o cumpleaños de nuestro país... también tengo que decir que la experiencia ha sido muy gratificante y satisfactoria para mi, a la vez que estresante, es toda una responsabilidad porque tienes que llegar a tiempo y con todo perfecto al día del evento. Si encima asistes como invitada, ya ni hablemos!! ... pero merece la pena porque se consiguen unas reacciones en los invitados al verla allí tan bien colocadita, todo tan armonioso y delicioso.